Buscar en andante sin sendero

martes, 3 de junio de 2014

A una mujer que se admira

Elegante tu porte cuando me miras fijamente,
sinuosa tu figura cuando te acercas para hablarme,
hermosa la silueta que aprecio a tus espaldas,
sensual es la mujer que se esmera en enseñarme.

Son pocas las palabras que merecen expresarse,
muy cortos los segundos en que podemos encontrarnos,
escasos los momentos que pueden recordarse
e infinitos los minutos que tengo para extrañarte.

Se supone que tu seas una guía en mi camino,
y no una llama ardiente que ausente mi frio,
pues te estás convirtiendo en una dama en mi vida
y te reflejo lentamente en todas mis sonrisas.

-Johe-

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