(...del 24 de julio de 2003...)
En la aurora de mi vida
hubo un tiempo en que temí
entregar mi corazón
y amarte sin razón.
Al pasar por el ocaso
comprendí que te quería,
que debía de hacer caso
a lo que dictara el alma mía.
Cuando acercábase el crepúsculo
ya era tuyo todo mi mundo,
eras dueña de mis sonrisas
y eran tuyos mis murmullos.
Ya se acerca de nuevo el alba
y yo respiro con orgullo,
pues es tuyo mi destino
y hacia la gloria me encamino.
-Johe-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Inspírate!