Yo conocí a la vuelta de la esquina el nacimiento de una primavera,
yo ví los primeros destellos de un rayo de sol al llegar el alba
y yo también he oído el primer murmullo del canto de un jilguero enamorado.
No sabes cuántas cosas he conocido y cuántas he oído,
y aún más, cuántas cosas he visto en el trayecto del sendero del amor,
todas esas cosas he percibido y todo eso he admirado,
porque valoré desde la suave brisa del mar hasta el brusco respirar del roble,
desde el delgado hilo de la vida hasta la gruesa soga de la pena,
y desde el primer aliento de un bebé hasta el último suspiro de un anciano.
Mira, mi amor, todo lo que viví y todo cuanto sentí,
para que sepas cuántas cosas he dejado atrás solo por tu mirada,
para que sepas todo lo que he dejado de admirar por admirar tu sonrisa,
y todo lo que no he querido amar por amarte a ti.
Es que eres tu mi amor mi primera primavera,
eres tu mi rayo de sol,
y eres tu mi canto de ave que le da sentido a mi existencia.
Mira, pues, mi gran amor, tantas y tan bellas cosas que he despreciado por ti,
tantas y tan maravillosas cosas que he guardado por ti.
Y todo esto lo viví, lo sentí, lo vi, lo oí
y lo encontré a la vuelta de la esquina.
-Johe-